Lluvia de Candidatos en Apurímac

Nuevamente, los procesos electorales en el país, nos muestran la ausencia de partidos o movimientos políticos serios y estables, y reflejan la fragilidad de nuestro sistema de gobierno.

Encontramos así más de lo mismo: exceso de candidatos, ausencia de propuesta de gobierno, inexistencia de tendencias que disputen hegemonía o presencia entre la población, y lo más grave, el enorme poder de los que tiene la inscripción electoral, que actúan como “vientres de alquiler”, ofreciendo su inscripción al mejor postor.

Específicamente, en Apurímac, vemos lo mismo. No existen partidos o movimientos políticos con vida orgánica, con doctrina y equipos dirigenciales, que estén atentos a la coyuntura, y a los problemas sustantivos de la región.

No. Lejos de ello, parecen “carpas de circo”, que se montan en temporada electoral, y que buscan al candidato que los pueda hacer ganar, para emprender esa aventura o negocio personal o de grupo. Por supuesto que no todos los candidatos piensan de esa manera. Seguramente habrá alguno que, con algo de buena voluntad, y mucho de ingenuidad, confía en la organización que lo ha acogido, y pretende ser elegido en la contienda electoral.

Sin embargo, no es suficiente que alguno tenga buena intenciones. Debe preocuparnos enormemente que se hayan presentado un total de 13 listas para las candidaturas regionales, 59 listas para las provinciales y más de 400 para las distritales.

Debe preocuparnos finalmente, el financiamiento de dichas campañas. ¿De dónde sale esa plata? ¿Quién va a poner las camionetas para el perifoneo? ¿Quién va a pagar las banderolas, la pintura y todos los otros costos de campaña? ¿Lo va a hacer gratis? ¿No va a pedir nada a cambio? ¿A qué intereses nos terminaremos empeñando así?

Estas son las preguntas que nos debemos hacer en la región, para recordar que urge una reforma profunda del sistema político que hoy nos tenemos.