Editorial: 2017-07-17

Las últimas semanas se ha vuelto a poner sobre la mesa de la agenda nacional el tema del indulto al ex presidente Fujimori, sentenciado por corrupción, asesinato y por violación de derechos humanos.

Y es que, a pesar de que diversas organizaciones internacionales precisan que la posibilidad del indulto no aplica para los condenados por crímenes de lesa humanidad, como es el caso de Alberto Fujimori, pareciera que la presión que ejerce el congreso de la república hacia el poder ejecutivo se hace efectiva.

Eso explicaría que el presidente de la república, contradiciendo su promesa electoral, venga anunciando en varias oportunidades y de diversas maneras, que el tema del indulto está siendo estudiado por su despacho.

Hay que recordar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos encontró que los crímenes del caso La Cantuta, que incluyen a una víctima apurimeña, constituyen crímenes de lesa humanidad. Asimismo, que la responsabilidad de Fujimori por los casos Barrios Altos y La Cantuta y el carácter de lesa humanidad de los hechos por los que se le condenó fueron posteriormente confirmados por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema del Perú.

De igual forma, hay que recordar que se vienen realizando ya protestas y movilizaciones desde los jóvenes, las familias de los afectados por los crímenes, y del conjunto de la sociedad organizada, para impedir tan ilegal e ilegítima decisión.

¿Está realmente dispuesto PPK a violar la legislación vigente y a arriesgar la legitimidad que aún tiene su mandato?

¿Sabe del rechazo que provocaría en la población organizada una medida como esa?

¿Sabe que con esa decisión el Perú perdería el respeto de muchos organismos internacionales?

¿Sabe el presidente que una medida como esa polarizaría nuevamente al país?

Eso, en el marco del diálogo entre el gobierno y el fujimorismo, lo sabremos bien los próximos días. ¡Estemos alertas!