Crisis en Nuestras Instituciones

En los últimos meses cada día nos muestra nuevos eventos que hacen más profunda y grave la crisis por la que pasan nuestras instituciones. Vivimos a diario en alarma y en incertidumbre. Pero, ¿es esta nuestra primera crisis grave? No lo es. Recordemos sólo dos ocasiones de nuestra historia reciente.
 
A fines de los años 70, contundentes paros nacionales forzaron a los militares a devolver el poder a los civiles. Más recientemente, las revelaciones de los vladivideos el año 2000, llevaron a que desde todo el país, marcháramos a Lima y consiguiéramos sacar del poder a una cúpula de delincuentes.
 
Si esas crisis trajeron mejoras, ¿no será que no todo es negativo en la crisis actual? Cada día, por ejemplo, la crisis permite descubrir e investigar a más funcionarios y personas que usan su poder para perpetuar la corrupción. Cada día también, más compatriotas sabemos quiénes nos engañan y a quiénes queremos fuera de nuestra vida política.
 
La historia nos enseña, pues, que las crisis son también oportunidades para mejorar nuestra sociedad. Pero la lección de fondo es que, como en las anteriores, esta crisis puede ayudarnos en la medida en que todas y todos participemos, siguiendo la información y aprendiendo de ella. Pero sobre todo, manifestando nuestra voluntad en las calles y plazas.
 
El valor que hoy exhiben nuestro Presidente y los Fiscales para perseguir la corrupción, es el resultado del apoyo que han recibido en marchas y mítines en todo el país. Estemos atentos a nuevas convocatorias y salgamos a las calles, pacífica pero resueltamente, para que Estado y democracia dejen de ser solo una promesa.